Archivo mensual: enero 2007

un accidente

   Caminando por Salvatierra, alrededor de las 10:00 hrs. Del Miércoles 10 de enero del 2007, cuando todo parecía transcurrir en calma, de pronto, un golpe seco se escuchó, mucha gente transitaba por esa esquina de 16 de Septiembre y Ocampo, una motoneta se había impactado contra un automóvil, era una joven quien conducía la moto, enseguida, un grupo de curiosos se acercó a ver y otros a ayudar, llamaron a la Cruz Roja, platicaron con la joven mientras llegaba el auxilio, avisaron a un tránsito, alguien le dio un bolillo a la joven para el susto.

    Llegaron los rescatistas,  le inmovilizaron la pierna izquierda y se la llevaron para una revisión completa.

   Este hecho deja entrever 2 cosas.

   Primero: Pensamos que nunca pasará nada y en un parpadeo o descuido todo cambia, las prisas injustificadas, como si Salvatierra fuera grandísimo y perder un par de segundos fuera mucha perdida de tiempo, nos llevan a no tomar en cuenta  a los demás y cada quien piensa que lleva la preferencia.

  Segundo: Todavía no caemos en la indiferencia como en las grandes ciudades, pues la muchacha no fue sólo objeto de curiosidad sino que se le ayudó cada quien como pudo, en otros lados la hubieran dejado a su suerte.

 

   Bueno, esperemos no le cobren el bolillo, esto viene al tema porque me acordé de una anécdota que ocurrió en la Preparatoria Oficial de Salvatierra:  corría el año de mil novecientos y tantos, el hijo de la señora encargada de la cooperativa trató de pasar su bicicleta por el hueco en la pared de la prepa del lado de la calle Arteaga, por donde pasa la sequia Ardillas, y se cayó al agua con todo y bicicleta, alguien vio y dio aviso, pronto varios jóvenes estudiantes corrieron a la sequia, y lograron sacar al hijo de la señora de la cooperativa; se lo llevaron, el prefecto le dijo a la señora que les diera un café para que no les hiciera daño la mojada.

   Luego de pasado el susto y terminándose el café, los estudiantes se despiden y la señora les dice:

         ¿Y quién va a pagar el café?

 

  Así pasa a veces…